Los supper clubs se organizan en casas particulares, los cocineros suelen ser aficionados y se realiza una aportación simbólica. En este caso, el supper club de Thuy Pham ha pasado a convertirse en restaurante. Tan grande es la pasión de esta mujer vietnamita, que dejó su trabajo en una agencia de publicidad para hacer realidad su sueño.
Antes, los supper clubs eran semanales, ahora son más esporádicos. Nosotros tuvimos la suerte de asistir a uno en marzo de este año.
La cena comienza a las siete de la tarde y todos los comensales tienen que estar presentes antes de empezar a servir. Es como si fueras de invitado a una casa, solo que en este caso, no conoces a los demás. Thuy Pham te viene a saludar personalmente y te explica un poco el menú. Esta mujer menuda, vestida con una falda de tul, como si de una princesa se tratara, presenta cada uno de los platos y cuenta por qué le gustan y qué historia tienen. Todos están inspirados en su país de origen, Vietnam, de donde emigró con su familia cuando tan solo tenía 7 años.

El menú es un recorrido por su tierra, un homenaje a la cocina de su infancia, porque sus recuerdos se saborean en cada bocado. No hay mejor manera de conocer la cocina vietnamita que participar en este supper club o visitar el restaurante en su horario habitual.
Pero ahora, no me voy a extender más y os presento los platos del menú, que es lo que más os interesa.
Si habéis estado alguna vez en Vietnam, seguramente habréis visto algún puesto de banh khot, porque los hay por todas partes. Estos son una versión mejorada, más jugosos, más sabrosos, más todo. Una delicia en formato mini.

El siguiente plato no se suele encontrar en los restaurantes, queda reservado para las ocasiones especiales y las reuniones familiares. Es un carpaccio de ternera llevado a otro nivel, una increíble combinación de sabores y texturas.

Cuando se habla de rollitos en un restaurante asiático, inmediatamente se piensa en los típicos rollitos de primavera crujientes, los bánh cuon son totalmente lo contrario. Son unos delicados y finos crèpes de harina de arroz rellenos de carne de cerdo. El contraste de temperatura, sabor, textura y color sorprenden en cada bocado. Acompañados, como siempre en Vietnam, de hierbas aromáticas, ajo y cebolla frita. Impresionantes.
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Bánh Cuon
Antiguamente, el pho se tomaba para desayunar, ahora se toma a todas horas, para comer, merendar, cenar, cuando se vuelve de fiesta, cuando se está enfermo. Es el plato nacional y no puede faltar en ninguna comida vietnamita que se precie. Cada región tiene su variante. Esta vez probamos una versión originaria de la ciudad de Huế, situada en el centro de Vietnam. Bún Bò Huế tiene suficiente picante como asustar a los dragones, afirma Thuy Pham. No picaba tanto como anunciaba, pero resucitaba a los muertos.

Al principio, cuando Thuy Pham nos presentó el menú, nos contó que le había resultado muy difícil decidir qué postre nos iba a preparar y que, a lo mejor, nos servía dos diferentes. Cuando llegó la hora, no decepcionó, nos trajo unos mini donuts vietnamitas y maíz con leche de coco. Ambos deliciosos. Este último era uno de sus postres favoritos cuando era una niña. Yo nunca había probado el maíz en un postre y me resulta imposible explicar con palabras lo bien que combina con la leche de coco. Hay que probarlo.


Aquí os dejo la información más importante:
The Little Viet Kitchen
2 Chapel Market, Angel Islington London, N1 9EZ Tel: 0207 837 9779 Email: info@thelittlevietkitchen.com http://www.thelittlevietkitchen.com
Precio del supper club: £50